Mis historias

14 marzo, 2013

Una lucha interna.

"Entonces noté como algo me traspasaba, noté como alguien entraba en mí. Así, sin más. Fue un sentimiento demasiado extraño. La piel se me había puesto de gallina, los ojos se me cerraron. Y no pude aguantar, me desmayé. Me desmayé para no despertarme más. Alguien se había apoderado de mi cuerpo, y yo ya no quedaba en él. Intentaba luchar contra esa fuerza pero me resultaba imposible. Poco a poco mis fuerzas eran nulas.
Notaba como sus garras me destrozaban por dentro. Quería abrir los ojos, quería gritar, quería salir de esto.
Pero nada. Por mucho que luchaba en su contra, parecía que se hacía más fuerte. Yo me debilitaba. Me descomponía a pedazos.
Hasta que sin más, alguien me sujetó y me susurró: - Quédate. -
Reaccioné, abrí los ojos. Allí estaba él, su mirada que me hacía revivir. No sé cómo, pero salí de mi lucha interior. Pero estaba muy mal. Me encontraba en el hospital, había tenido algún accidente, tenía cortes por todo mi abdomen y los brazos rasgados. Juraría que todo eso me lo hiciera ese extraño ser que había entrado en mí, pero no lo sabía.
No sabía nada.
Tenía el apoyo de él para luchar, pero estaba muy débil. Y quizás lo mejor era ceder, y morir."

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