Mis historias

17 marzo, 2013

Moría sin él.


"Y entonces, sin más, todo pasó. El destino nos cruzó.
Pero no iba a salir todo como yo quería, sabía que algo malo iba a suceder. Eran dos corazones luchando por lo mismo. Por eso, yo fui a lo seguro y decidí apartarme poco a poco, porque sabría que al final podría hacerme daño a mí, o incluso a ella. A pesar de querer que todo saliese bien, a pesar de querer llegar a más, tenía miedo, mucho miedo. Miedo a fallar, a perder. A no saber qué hacer y cómo seguir. Era un mal presentimiento...
Los días pasaban, los sentimientos no cesaban. Y las ideas se me perturbaban.
Mi mirada me traicionaba, buscaba excusas, inventaba pequeñas mentiras para disimular.
Aunque me doliese, yo sonreía. Con tal de que los demás fuesen felices, yo también.
Hasta el punto en el que el pecho fue quien me decidió traicionar, el corazón se me aceleraba demasiado. Mi pulso no cesaba. A medida que aumentaba la velocidad de mis latidos, el aire no me era suficiente. Quise rozar sus labios una última vez, morir tranquila. Pero él no estaba a mi lado. Al final sufrí, sufrí más al ver que perdía todo. Mi vida, se consumía en unos miserables segundos. Sin verle a los ojos, sin notar su aliento en mi cuello, sin poder rozar sus labios. Nada.
Me moría, sola. Y yo ya sabía que eso me pasaría."

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