Mis historias

11 junio, 2013

No quería seguir.

"No quería molestarme en abrir los ojos, no quería ni respirar. Estaba cansada, cansada de no ser nada en la vida. Cansada de tanta crítica. Cansada de tropezar con cada paso. Cansada de no saber avanzar. Estaba realmente cansada, de perder a esas personas que creía que me ayudarían. Estaba tan cansada de ser un error de persona.
La autoestima ese día me la jugó, se hundió, y me agarró de la mano para hundirme con ella. No quería hablar con nadie, no quería apoyo, porque al fin y al cabo, cada apoyo que me daban era falso, era fingido. Realmente, no había nadie que estuviese ahí cuando más lo necesitaba, realmente no tenía nadie a mi lado. Era todo un juego, un juego repleto de mentiras, de secretos. Un juego en el que yo decidía si debía seguir, o tirarme por el precipicio, para terminar en un mísero -Game Over-.
No quería seguir. Me había cansado de ser la fuerte, de pasar por todo.
Las voces en mi mente no me gritaban, simplemente me susurraban: - Deja de sufrir, puedes morir intentando ser feliz.- Esas palabras me desconcertaban. Me encerré en el baño, me vi el rostro. Tenía los ojos completamente rojos de haber pasado media tarde llorando, y completamente emborronados de negro. Parecía que ya estaba muerta. Sin pensarlo, comencé a llenar la bañera, sin quitarme la ropa, me metí en ella. Alguien me impulsaba a hacerlo, no sé si las voces, no sé si era que mi cuerpo tenía más poder que mi corazón y mi cerebro, o quizás alguien que quería verme muerta estaba allí controlando mis movimientos. No lo sé, pero sin dudarlo, me metí, me corté las muñecas y dejé que mi cara se cubriese de agua. Poco tardé en ahogarme, poco tardé en dejar de respirar. Poco tardé en llegar a otro mundo. Donde nadie iba a molestarme, donde no iba a molestar a nadie.
Allí estaba esa persona, ahora lo entendía todo. Pude ver quién me impulsó a hacer eso. Era ella, era yo, mi otro yo."

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