Mis historias

12 junio, 2013

No deberías existir.

"Llegó con los ojos llorosos a casa, confirmó que no había nadie, que estaba completamente sola, y rompió a llorar. No podía más. A su alrededor todas eran perfectas. Se sentía echa una mierda. Intentaba hacer todo lo que estaba en sus manos para complacer a todos. Intentaba sacar sonrisas incluso cuando ella ya no sabía qué significaba sonreír. Lo intentaba todo. Pero a medida que lo hacía, se le rompía el alma sin darse cuenta. Ella no lo sabía, pero poco a poco, se estaba destrozando.
Ese día, las lágrimas la hicieron reaccionar.
 En frente del espejo se digno  a secarse las lágrimas y hablarle a su reflejo:
 - No eres perfecta, nunca lo vas a ser. Ese brillo de tu mirada ya no existe, se apagó. Esa sonrisa, no existe, es falsa, se esfumó. Tu felicidad no existe, desapareció. Tú no deberías existir, deberías morir.
Fue entonces, cuando notó como alguien el acariciaba la nuca, rozándole el cuello. Notó la respiración de alguien detrás de ella, pero allí no se encontraba nadie, se estaba viendo en el reflejo y estaba completamente sola. Se giró para confirmarlo, y así fue, nadie estaba allí. Pero notaba esa presencia.
No pudo soportarlo más, y de nuevo se echó a llorar. Las piernas le fallaron, y se cayó.
El pecho le comenzó a doler. La vista se le comenzó a nublar. Ya no sabía si estaba sola o no. Vio una sombra al fondo del pasillo. Se estremeció. Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, y entonces se desmayó.
Allí se quedó. La presencia que allí había era la de su alma, que ya había abandonado su cuerpo en el momento que pronunció esas palabras."

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