Mis historias

18 junio, 2013

Después de la vida.

"Estaba a punto de morir, entonces aquella persona me explicó lo qué era la muerte, y yo volví a la vida, yo morí. Resulta irónico, pero fue así.
Esa persona ya estaba muerta, pero se encontraba a mi lado, describiéndome la vida, explicándome que al morirme no me perdería en otro mundo, que no dejaría de existir por completo. Explicándome que al morir iba a volver a nacer, sí. Me contó que él ya estuviera en su vida más de una vez. Que la vida se nos repite una y otra vez. Que al morirme, volvería a nacer, a repetirse todo, quizás no exactamente, pero que volvería a conocer a toda mi gente, que volvería a estar con quien un día perdí, que volvería a ser feliz, que volvería a caer y a levantarme. Que volvería a perder, a ganar, a llorar, a reír...
Volvería a vivir. Fuese como fuese. Después de la vida no moría, renacía.
Pude morir con una sonrisa en la cara, aquella persona que me lo contaba, era alguien que ya ni recordaba.
Pero quizás era cierto. Nunca lo sabría. No era cualquiera quien tenía un don, no era cualquiera el que tenía el don de recordar la vida que ya viviera.
Ese era el problema. Que al volver a nacer, la memoria está en blanco, completamente en blanco, y no queda ni un mísero recuerdo. Solo quedan deja vus que a veces nos confunden.
Me daba igual. A pesar de que me moría,  moría feliz, sabía que después de la vida, no quedaba más que otra vez mi vida."

No hay comentarios:

Publicar un comentario