Mis historias

19 marzo, 2013

Se me acababa.


"Estaba tirada en un lugar que no conocía de nada. La ventana tenía los cristales rotos, el frío entraba en aquella habitación. De repente cayó un rayo, y un fuerte estruendo resonó allí. Me estremecí, no sabía si sentir miedo o no.
No me molesté en moverme, notaba que no tenía mucha fuerza y debía guardarla.
Comencé a escuchar pasos y sin más se abrió la puerta, pero allí detrás no había nadie. Notaba una presencia, las luces se apagaron. No sabía si era por el mal tiempo o si era que alguien estaba allí, donde yo me encontraba.
Sentí como si unas garras me destrozasen por dentro, en medio del estómago. Bajé la mirada, y sin tener que levantar la camiseta vi como estaba sangrando, lo que había sentido eran unos cortes. ¿Cómo habían aparecido? No lo sabía. Pero entonces comencé a temblar. Qué extraño era todo.
Quise gritar, iba a hacerlo cuando me di cuenta de que estaba sin voz. Cuando me di cuenta de que ya no estaba allí. Cuando me di cuenta de que había muerto, los cortes habían sido demasiado profundos, la sangre no cesaba y mi corazón no podía resistir.
Ya sólo quedaba mi alma, observándome a mí misma. Nunca más volvería a sonreír. Se me había terminado la vida."

No hay comentarios:

Publicar un comentario