Mis historias

07 marzo, 2013

Detrás de la oscuridad.



"Y cuando no podía más, llegó alguien, me agarró por la cintura y me sopló por mi cuello. Quise ver quién era, pero no me dejó. Me vendó los ojos y me susurró: - Tranquila, nada malo pasará estando yo a tu lado.- Esa voz me resultaba tan familiar, era una voz cálida, con fuerza y me daba seguridad. Quería saber quién era.
Me sujetó las manos y me llevó, despacio, a otro lugar.
Su aliento no se separaba de mi cuello. Por fin dejamos de caminar. Entonces, me soltó. Noté que el frío se apoderaba de mí. Escuché pasos, gritos. Llantos. ¿Qué había pasado?
El chico que me había susurrado aquellas palabras no daba señales, quería quitarme aquel pañuelo de los ojos, pero no di hecho. Noté como si alguien pasase corriendo por detrás de mí. Y entonces el pañuelo se soltó.
Vi que era su pañuelo, el del chico que tanto quería. Me giré, buscándolo por todas las partes, y allí estaba, tirado. Sangrando por el pecho. No podía ser, ¿qué había pasado?
Escuché un ruido entre los arbustos que allí estaban, el viento comenzó a soplar, y la piel se me puso de gallina. El miedo intentaba apoderarse de mí. No sabía si ir a ver quién estaba allí o si correr a ayudar al chico. Con un poco de valor, me acerqué a los arbustos y entonces escuchó unas últimas palabras en voz baja: - Quieta, escapa.-
No quise. Fui a meter la mano en los arbustos para apartarlos y entonces una extraña fuerza me empujó y no sé a dónde fui a parar. Mi cuerpo había desaparecido, allí sólo quedaba mi alma. Vagando por el mundo de los vivos sin poder hacer nada."

No hay comentarios:

Publicar un comentario