Mis historias

21 febrero, 2013

Una sombra me asustó.

"Entonces todo se oscureció, era de día, o eso me suponía. Pero parece que me desmayé y toda esa claridad se convirtió en oscuridad. Soñé que te encontraba, soñé que te abrazaba. Pero con tanto sueño desperté y vi que te perdía. Que una sombra te alejaba de mí, que una sombra me alejaba de ti. No podía comprender qué era lo que estaba sucediendo. Necesitaba de ti para poder salir de aquí, pero la sombra se apoderaba de mi. La sombra me hacía ver todo oscuro, la sombra me hizo perderte entre el silencio y la multitud. No podía salir de allí. No era capaz de gritar. No era capaz de moverme. Estaba completamente inmóvil hasta que me desperté y me di cuenta de que nunca te tendré por mucho que te sueñe. Que no eres más que un cuento con triste final. Que no eres más que otro cabrón que me hizo llorar. La sombra me avisó de que te dejara marchar. La sombra me apartó de ti, para no volver a sufrir. Pero no aprendí.
Seguí, seguí intentándolo. Buscándote, queriéndote. Hasta un día, que la sombra me asustó y me paró el corazón. Llevándome con ella para no volver. Llevándome con ella y haciéndome pagar mi condena.
Ahora la sombra soy yo, y te sigo desde el fondo de mi corazón a cada pequeño rincón."

No hay comentarios:

Publicar un comentario