Mis historias

27 febrero, 2013

Quédate.

"Me pedían que luchase. Me pedían que contase qué me sucedía. Me pedían que siguiese adelante. Que sonriese. Me pedían de todo y que fuese feliz.
Pero nadie sabía lo que era estar en mi cuerpo. Nadie sabía las malas pasadas que me jugaba la mente.
La memoria es traicionera. Y cuando menos me lo esperaba, cuando ya pensaba que tenía todo olvidado, que tenía todo superado, un simple flash back me hacía revivir momentos que me destrozaban.
Quise irme, lejos. Pero me faltaba la fuerza.  Siempre estaban aquellos que me agarraban de la mano sin dejarme marchar sola. Siempre estaban esos que no querían verme marchar. Siempre estaban esos que hacían lo posible por hacerme sonreír y olvidar.
Hasta que un día, sin más, fue mi corazón el que no se quiso quedar. Fue mi corazón en el que dejó de funcionar. El que dijo -aquí me quedo-. Fue mi corazón el que no quiso seguir adelante, que no quiso sufrir más. Entonces se paró. Y nadie, absolutamente nadie, pudo conseguir que yo me quedase allí.
Pude contar latido tras latido, hasta llegar al último. Pude ver como perdía a mis amigos en milésimas de segundo. Pude sentir el mayor dolor al ver que perdía a quien más quería, al ver que ese chico me abrazaba con todas sus fuerzas y que yo me desplomaba muerta y fría en sus brazos. Pude ver como al otro lado de esta vida me esperaba una sin sentido."

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