Me quedé sin vida.

"Y un día al despertar notaba como algo dentro de mí ya no era igual. Noté como mi corazón quería pararse. Como me mandaba parar, dejar de sentir. Notaba como si mi propio corazón estuviera cansado de mí y de vivir. Seguí caminando, seguí sonriendo. Pero no como siempre. Mi sonrisa decían que estaba apagada, que mi mirada no brillaba, que mis pasos eran sin ganas. No entendía nada. Estaba muy confusa. No sabía qué tenía que hacer. El miedo me recorría el cuerpo día trás día. Cada noche me abrazaba a la almohada llegando a pesar que un día ella me abrazaría dándome las fuerzas que necesitaba. Aunque sabía que eso era imposible.
Me daba la sensación de que mis días estaban contandos. El instituto se terminaba. Llegaba el verano y mis ánimos no gritaban, no pedían playa. Yo ya no era yo. Algo en mi interior me estaba destrozando no sabía lo qué, ni tampoco el porqué. Pero sabía que me tocaba morir...
Poco a poco me apagaba. Hasta un día, al llegar la hora de dormir mi corazón comenzó a fallar, a ir lento, tan lento que ni notaba mis latidos. Tan lento que me asusté pero no se aceleró. Tan lento que se paró. El aire no me llegaba, veía otro lugar, veía otra vida. No sé si mejor o peor a la que estaba viviendo. Pero la que tenía se me terminó. Como terminará la tuya, como terminarán todas. Nuestro día llega cuando menos te  lo esperas."