Mis historias

26 febrero, 2013

La tormenta del adiós.

"Era pleno invierno, una intensa tormenta se apoderaba de toda la ciudad. Una vez más me encontraba sola en casa. No le tenía miedo a cada rayo, más bien, todo lo contrario. Era de noche, y cada relámpago iluminaba toda mi casa. Y yo disfrutaba, tirada en cama, viendo por la ventana como el cielo cambiaba de color por instantes.
Desde pequeña adoraba contemplar cada trueno y cada rayo en la ventana, no les tenía miedo. Había cambiado tanto, pero en eso seguía siendo la misma.
Pero quizás se me quitarían las ganas de ser tan ingenua. Esa tormenta se acercaba. Cada vez era más intensa. Más fuerte. La sentía como si estuviera a centímetro de mí.
Un fuerte temblor retumbó en toda la casa. Comencé a asustarme.
Y entonces, un increíble rayo me iluminó toda la cara, lo vi. Vi algo extraño. Vi como si alguien llegase a mí.
Noté como si alguien hubiera entrado en mi interior con ese enorme rayo.
De repente, comenzó a llover. Y la tormenta cesó.
Yo ya no era la misma. Ese rayo me había quitado el alma. Comencé a cerrar los ojos. Comencé a ver a todas esas personas que necesitaba a mi lado. Comencé a notar como mi pecho disminuía su velocidad. Como mis pupilas se dilataban por completo.
Supe que había muerto. Pero no quería asimilarlo. Tenía que contarlo."

No hay comentarios:

Publicar un comentario