La sombra del olvido.

"De repente me susurró: Ven, no te sucederá nada malo, tus temores se saciarán y tu corazón me pertenecerá.
Me estremecí, no sabía qué hacer. Di un pequeño paso hacia atrás. Era pequeña y no podía entender nada. Sólo sabía que esa persona no era de fiar, me resultaba completamente desconocida.
Me eché a llorar. Y entonces una sombra se apoderó de mí. Noté como si esa sombra tuviera poder, como si esa sombra tuviera vida. Levanté la cabeza y ya no había nadie. Me sentí protegida por la sombra, pero seguía teniendo miedo, demasiado. Los años pasaban, y nunca me fié de nadie.
Hasta que un día, de nuevo, sentada en un pequeño rincón de mi habitación se me apareció de nuevo, una sombra, rodeándome, intentando abrazarme. Y de repente, sin saber qué sucedió, cerré los ojos y me eché a volar a un mundo interior. Un mundo en el que ya se terminaban todos mis problemas, un mundo en el no tenía que fingir una sonrisa. Un mundo donde nadie me aturdía, donde nadie me molestaba. Un mundo para mí.  Era feliz. Volví a nacer dentro de mí, dejando en paz a aquellos que me rodeaban en la realidad.
Pero entonces me di cuenta. Era la muerte.  Lo había perdido todo. No quedaba nada. Sería el olvido de muchos, y el llanto de otros. Ya no había marcha atrás. Ya no era persona y nunca lo volvería a ser."