"Y cuanto más quería huír menos
fuerzas tenía. No podía ni respirar. El miedo me poseía, despacio. Lentamente
mis latidos dejaban de sonar. Mis pensamientos se callaban. Ya no sabía si
dejarme caer o si luchar un poco más; ya no sabía cómo actuar. ¿Era mi momento?
A lo lejos vi como pequeñas siluetas se acercaban. Dándome sus manos para que
fuese con ellos. Aquel lugar ya no era real. Era todo parte de la muerte. Era
mi hora. Por miedo a perder, por miedo a luchar y no ganar, me rendí antes de
empezar. Me desplomé sin más y me agarré fuerte de su mano. Eran personas que
en el fondo sí conocía, era mi familia, la única que me quedaba ahora. Eché a
andar y de repente dejé de existir."
No hay comentarios:
Publicar un comentario